Angibel Villano Cribillero - PAPA JURGEN - SEXUALIDAD Y CATECISMO CATOLICO: 6to Mandamiento
El Sexto Mandamiento, "No cometerás adulterio," en el contexto del Catecismo de la Iglesia Católica, aborda la importancia de la sexualidad en el marco del amor verdadero, la fidelidad y la pureza. "No cometerás actos impuros" (Ex 20, 14; Dt 5, 17).
1. Llamado a la Castidad y Pureza de Corazón
La Iglesia Católica enseña que la sexualidad es un don de Dios que debe integrarse en la persona de forma respetuosa y responsable. La castidad es vista como la virtud que permite a cada individuo vivir su sexualidad de manera que honre su dignidad y propósito. Así, la castidad no es solo para los casados, sino una forma de vivir la sexualidad en armonía con el amor verdadero, tanto para solteros, como para religiosos y casados.
2. Amor Conyugal y Fidelidad
En el matrimonio, el acto sexual es una expresión de amor total y exclusivo entre los esposos. Este amor conyugal implica compromiso, fidelidad y apertura a la vida. La infidelidad o adulterio se consideran graves porque rompen el pacto de confianza y unión que sostiene la relación matrimonial, afectando tanto a la pareja como a la familia.
3. Pecados Contra la Castidad
El Catecismo describe varios actos que se consideran contrarios a la castidad, como la lujuria, la pornografía y la fornicación. Estos actos, según la Iglesia, separan el placer del amor y el compromiso, desvirtuando el verdadero sentido de la sexualidad. La castidad, en cambio, propone un uso de la sexualidad que respete el propósito del amor y la dignidad de la persona.
4. Pureza de Corazón y Modestia
La pureza de corazón se refiere a ver y tratar a los demás con respeto, evitando pensamientos o actitudes que los cosifiquen. La modestia acompaña a la pureza como una actitud que busca no provocar o inducir al otro al pecado, promoviendo el respeto tanto para uno mismo como para los demás. Esto se refleja en la forma de actuar, vestir y relacionarse con los demás.
5. El Llamado al Perdón y la Redención
La Iglesia Católica siempre deja abierta la puerta al perdón y la redención. Aunque alguien haya caído en faltas contra la castidad, puede arrepentirse y, con la ayuda de la gracia de Dios y el sacramento de la reconciliación, retomar el camino hacia una vida en pureza y amor auténtico. Esta llamada a la conversión es un recordatorio de que siempre es posible vivir en armonía con los valores cristianos.
Monologo "Lecciones bajo las estrellas"
Déjenme contarles sobre un campamento al que fui en la primaria con mis amigos. Era una de esas experiencias inolvidables: fogatas, historias de miedo y un montón de juegos al aire libre. Una noche, mientras estábamos alrededor de la fogata, empezamos a hablar de todo, desde nuestras canciones favoritas hasta las cosas más locas que habíamos hecho. En medio de la charla, mi amigo Julián, dice: “Oye, si el Sexto Mandamiento dice ‘no cometerás actos impuros’, ¿eso significa que no podemos hacer bromas sucias sobre la comida de la fogata?” Todos nos reímos, pero su pregunta me hizo reflexionar.
Esa noche, mientras miraba las estrellas, pensé en lo que había aprendido sobre el Sexto Mandamiento. En nuestra clase de religión, el catequista nos había explicado que no solo se trata de evitar ciertas acciones, sino de vivir con respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás. Es una invitación a valorar nuestras relaciones y a actuar con amor y responsabilidad, incluso cuando estamos en un campamento y rodeados de diversión.
Al día siguiente, cuando nos reunimos para una caminata, decidimos que en vez de hacer bromas pesadas, íbamos a apoyarnos y hacer de ese campamento una experiencia increíble. Al final, el Sexto Mandamiento nos enseñó que, aunque estemos en un lugar de diversión y locura, siempre debemos recordar el respeto y el amor en nuestras interacciones. Y claro, ¡también aprendimos que una broma divertida no tiene por qué ser grosera!
Comentarios
Publicar un comentario